Visitas

viernes, 17 de enero de 2014

Capítulo 6: No sé volar.

 
 
- ¿Estas lista, Mary?.
 
 
Nuestros padres se van a casa de una amiga que acaba de tener una niña. Se van en sábado, por lo que nos dejan a Atzin y a mi solos hasta el domingo por la tarde. Que horror...
 
 
- ¿No estas contento eh, hermanito? -me dice cuando papá y mamá aun no se habian ido. -  ¡Estaras todo un fin de semana a solas conmigo! Es genial. Podremos hacer muchas cosas guays.
 
 
Inexplicablemente, despues de decir la ultima frase, me entro un escalofrío.
 
 
- Bueno, nos vamos ya. - dijo mi madre.
- Cuidad bien de la casa. - dijo papa, mas preocupado que de costumbre.
- Que si, que no os preocupeis. - dice Atzin.
- Ah, cariño...
- ¿Si, mamá? - le pregunto.
- Por favor, evita que Atzin se acerque al canario. La última vez que tuvimos uno desapareció misteriosamente.
- No desapareció. - dijo mi hermano algo molesto. - El pobre queria libertad.
- Si claro. Como la verdura que tirabas de pequeño por la ventana, ¿no? ¿También querias liberarla?
 
Atzin hace una mueca. Mamá suspira. Nos da un beso en la mejilla a los dos, coge las cosas y se dirige a la puerta.
 
- ¡Arthur!
- ¡Ya va! - nos echa una mirada llena de dulzura. - Parece que vuestra madre tiene muchas ganas de irse.
- ¿Tu no?
- Estoy muy preocupado. Solo espero que no os pase nada.
- Tranquilo, sé cuidar de este. - dijo Atzin.
- Oye, tengo un nombre.
 
Atzin se ríe. "¿Y ahora de que te ríes?", pensé yo. "De lo de: "Oye, tengo un nombre.". "Sigo sin verle la gracia." Atzin dejó correr el asunto, pero noté como se estaba aguantando la risa. Papá se despidió de nosotros y cerró la puerta con suavidad, como si tuviera miedo de que montáramos una fiesta a los pocos segundos de marcharse.
 
Estábamos solos. Él y yo. Yo y él. ¿Porqué será que la idea no me agradaba en absoluto?
 
- Bueno... Estamos solos.
- Si... - dije yo.
- ¿Qué te parece si liberamos al canario?
- ¡No! Mamá te ha advertido que no lo hicieras.
- No lo ha hecho, solo ha dicho que me vigilaras. - coge la jaula. - Por cierto, lo haces de pena. He cogido la jaula delante de tus narices y ni te has inmutado.
- Déjala donde estaba.
 
Mis advertencias no sirvieron para nada. El pájaro voló y se perdió en el cielo azul. En vez de regañar a Atzin por no hacerme caso, me quedé mirando a ese extraño animal volador y me di cuenta de una cosa que puede parecer una cosa un tanto obvia: yo no sé volar. Desde aquél momento sentí ganas de poder volar por el cielo sin preocuparme de nada. Ojalá pudiera hacerlo...
 
El resto del día pasó realmente muy rápido. Comimos de lo que encontramos en la nevera, ya que ambos nos pusimos de acuerdo en que ese estofado que había hecho mamá no tenia pinta de ser sano. Acto seguido, pusimos la música un rato e hicimos el tonto hasta que un vecino se quejó. En ese momento, creímos conveniente la idea de irnos a dormir. Y eso fue lo que hicimos. Pero... no pude. No paraba de dar vueltas en la cama sin razón alguna. Algo me tenia inquieto, y no sabia lo que era.
 
 
Ante mi inquietud injustificada, decidí relajarme y subir al tejado. Hacia un poco de frío (estábamos en enero), por lo que me llevé una chaqueta. Me senté en las losas y miré al cielo. Que estrellas tan bonitas...
 
- Sí, son realmente preciosas...
 
Cuando quise darme cuenta, tenia a Atzin al lado.
 
- Hola... - le dije yo.
- No puedes dormir, ¿eh?
- No, ¿y tú?
- Tampoco. Hay demasiado silencio.
- Si... Ahora que por fin me había acostumbrado a los ronquidos de papá...
 
Nos reímos.
 
- ¿Porqué me inquieta tanto el que estemos solos tú y yo?
- Creo que ya sé porqué.
- Pues, por favor, explícamelo.
- Llevas dos meses aquí... Y ya te has acostumbrado a lo que es estar en familia.
 
Mi corazón dio un vuelco. No me esperaba esa reflexión. Pero lo mas fuerte de todo es que llevaba toda la razón.
 
- Veras... si algo he aprendido en los pocos años que llevo en este mundo es que la familia es un núcleo muy importante en la vida de un ser humano. Y si alguno de los miembros de una familia se va, los demás se sienten inquietos... algunos hasta sienten tristeza. Es lo que te está pasando a ti... Y es lo que me pasaba a mi antes de que llegaras a aquí.
 
¿Como?
 
- ¿Me... me lo estas diciendo enserio?
 
Atzin asiente.
 
- Sentía que la familia estaba un poco vacía. Ahora sé que quien faltaba en ella eres tú.
 
Sonreí. Sentí una especie de felicidad que no había sentido nunca.
 
- Y como parte de tu familia... - dijo, levantándose. - Es mi deber enseñarte cosas. Ven, levántate.
 
Le hice caso y me levanté. Atzin me cogió con un brazo y levantó ligeramente el otro.
 
- ¿Qué vas a...?
- Cierra los ojos.
- Pero...
- Tú hazme caso.
 
Cerré los ojos con miedo a lo que pudiera hacerme. De repente, empecé a notar que nos hacíamos cada vez mas ligeros... como si flotáramos.
 
- Ábrelos.
 
Abrí los ojos y casi me da un ataque. Estábamos volando.
 
- ¿¡PERO QUE!?
- Tranquilo, no te va a pasar nada.
- ¿Por que haces esto?
- Tu querías volar, ¿no?
 
Es cierto. Se me había olvidado aquel deseo casi imposible.
 
- Es cierto que estamos volando pero... el que vuelas eres tú. Yo no hago nada.
- Oh, es cierto. Entonces... - me suelta un poco. - Hazlo tu.
- ¿Estas loco? ¡No sé ni como se hace!
- Yo te enseñare.
 
Estaba aterrorizado, y Atzin lo veía en mi cara.
 
- Coge tu collar, el que pone tu nombre. Cierra los ojos y apreta tu nombre en tu mano. Al mismo tiempo, piensa que eres un pájaro... Un canario, por ejemplo. Imagina que vas volando, y que nada puede pararte.
 
Haciendo caso a sus instrucciones, abrí los ojos de nuevo y me di cuenta que estaba volando, pero sin la ayuda de Atzin.
 
- Uala...
- Esa es tu gran habilidad. Has conseguido encontrarla, a pesar de que siempre ha estado escondida dentro de ti... - se acerca a mi y me toca la cara. - Estoy muy orgulloso de ti... Mi querido Valo. 
 
Me sentí feliz al oír mi nombre dicho por él. Sonaba mucho mejor.
 
- ¿No crees que es una noche preciosa?
 
Miré al cielo. Sí que lo era. pero, mas que la noche, era lo que estaba sucediendo en ella. Habia conseguido cumplir uno de mis sueños.
 
 
Ya sabia volar.
 
CONTINUARÁ...

2 comentarios: