Que incomodo. Estamos en clase y Atzin no para de mirarme. ¿Que quiere? "¿Porque me miras?", pensé. Supuse que como tiene la afición de leerme la mente, lo estaria haciendo ahora. Y no me equivocaba. "Solo te observo.", piensa él con una sonrisa. "Pues para. Me pones nervioso." Pensé yo. "Solo quiero observarte con atencion. " ¿Eh? "¿Porque? ¿Que tengo yo de interesante?" Atzin rie. "No sabria que decirte. Tienes algo, pero no se el que." Me rio. Me habia dicho eso tantas veces... Que suerte que nadie puede oir nuestra conversacion, sinó nos tomarian por locos.
- ¿Me lo contaras algun dia? - le dije, mientras íbamos a casa.
- Tengo que contarte tantas cosas...
- Pues si son tantas, empieza ya, ¿no?
- No.
- ¿Por que?
- Por que no me apetece.
- Tengo que contarte tantas cosas...
- Pues si son tantas, empieza ya, ¿no?
- No.
- ¿Por que?
- Por que no me apetece.
Me enfurruñé.
- ¿Sabes que? ¡Estoy harto de ti! ¡Esta visto que no te importo nada!
- ¿Pero que dices? No sabes nada.
- ¿Y que es lo que no sé? - Atzin se encoge de hombros. - Ai, mira, da igual.
Empiezo a andar más rápido.
- ¡Espera!
Hago caso omiso a los gritos de mi hermano a medida que voy aumentando mi velocidad. Acabo corriendo.
- ¡Déjame en paz!
- ¡Por favor, déjame explicártelo!
- ¿Qué vas a explicar? No creo que seas capaz de contarme nada.
Entro en casa. Papá y mamá no están, por suerte. Con el buen corazón que tienen no creo que les sentara bien vernos así. Entro en nuestra habitación y cierro la puerta pero Atzin lo intenta impedir empujando. Empezamos a forcejear.
- ¡Vete!
- ¡Esta es mi habitación, también!
- ¡Da igual, vete!
Al final consigo cerrar la puerta. Atzin llama varias veces pero yo no le hago caso. Llega la noche y alguien llama a la puerta de nuevo.
- Cielo soy yo, mamá. ¿Por qué no vienes a comer?
- No tengo hambre. Lo siento.
Oigo a mamá suspirar.
- Atzin, te lo dejo a ti. ¡Yo me rindo!
- No creo que yo consiga nada mamá. - dice, a la vez que su voz se va alejando cada vez mas.
Oigo a mamá suspirar.
- Atzin, te lo dejo a ti. ¡Yo me rindo!
- No creo que yo consiga nada mamá. - dice, a la vez que su voz se va alejando cada vez mas.
Silencio. No oigo nada, ninguna voz ni ningún suspiro, excepto del que sale de mi boca. Cualquiera que me observe puede pensar que esto es una reacción exagerada a que Atzin no haya querido contarme alguno de sus secretos. Y no se equivoca, pero tampoco ha acertado. Cada vez que me niega el saber más de él, algo se remueve dentro mío. Poco a poco he llegado a la conclusión de que aquel que yo veo como un hermano es en realidad un completo extraño. Que yo haya conocido parte de su pasado como alma habitante de la guarida de las almas no significa nada. Es un extraño, y yo lo soy para él.
Ahora todo encaja. Por eso esta misma mañana ha estado observándome tan atentamente: para conocerme más y saber mas de mí y juzgar por él mismo si soy apto o no para saber algunos secretos suyos. Que idiota.
- Tu si que eres idiota.
Su voz penetró dentro de mi como un cuchillo y me hicieron regresar de los pensamientos en los que estaba metido. Estaba tan absorto en mis deducciones que ni me había dado cuenta de que estaba en ese extraño lugar otra vez. De repente, apareció ante mi. Siempre quise preguntarle como había atravesado la puerta, pero en aquel momento las palabras no salieron de mi boca.
- Eres muy persistente ¿sabes? - dijo, acercándose a mi. - Si no te cuento algo es porque no quiero. y no insistas mas. cuanto mas insistas, mas tardare en darte un nombre. Y eso que justamente hoy por la mañana había encontrado el nombre perfecto para ti. Pero...
- ¿Pero...? - fue lo único que pude decir.
- con lo que ha pasado hoy... debería reconsiderármelo. El nombre que había pensado... tiene un significado, y en aquel momento pensé que ese era el adecuado para ti. Pero me he equivocado... otra vez.
Me quedé en silencio. Atzin tiene razón. Sea cual sea el nombre no me lo merezco.
- Aun que... esto no es definitivo. ¿Puedo preguntarte una cosa.?
- Dime.
- ¿Qué ocurrirá si te digo el nombre ahora?
- ¿Cómo que qué ocurrirá?
- ¿Seguirás siendo el mismo chico insistente... o tendrás paciencia para esperar a que te cuente algo?
Me quedé pensando.
- Si fuera por mi... - empecé a decir - ... diría que me lo dijeses. Pero no puedo prometer que dejaré de preguntar cosas... pero puedo intentarlo.
Atzin suspira.
- Como siempre, me das una respuesta múltiple. No vas a cambiar nunca.
Miro a mi hermano, con expresión extraña. pensé que se iba a decepcionar de mí, y que iba a volver a llevarme a mi realidad. En vez de eso se mete la mano en el bolsillo, y de ahí saca un hilo como de un collar y cuatro letras de plata.
- ¿Qué es eso?
- Tu nombre.
- ¿Mi nombre? ¿El nombre que has pensado para mí tiene solo cuatro letras?
- Pues si. Pero no es un nombre cualquiera. Acércate a mi y pon las manos como las mías.
Le hago caso. Pongo las manos juntas y extiendo los brazos muy cerca de las manos de Atzin. Al hacerlo parece que nuestras manos empiezan a emitir una especie de luz. Atzin pone el hilo del collar encima de mis manos y va pasando las letras una a una, a medida que se va parando en cada una de ellas, como si cada una tuviera fuerza propia.
... V ...
- V de varado. Es una palabra que me recuerda a ti, por que parece
que siempre estés a la deriva en un mar de preguntas, buscando respuestas. Es algo que
siempre me ha gustado de ti.
... A ...
- A de absorto. Siempre pareces estar muy concentrado en algo,
la mayoría de veces pensando en mi y en mis misterios. Eso hace que me
sienta vivo.
... L ...
- L de lúcido. Muestras lo que sientes de una forma clara. Tanto si lo dices como
si no, lo podre notar dentro de tu corazón. Por eso eres merecedor
de esta letra, y no me arrepiento al dártela.
... O ...
- O de océano. Te otorgo esta letra por que el océano tiene movimiento y misterios.
Se mueve en muchas direcciones, tiene mucha energía. A veces
provoca desastres, y a veces maravillas.
- Estas letras, puestas en el orden que lo he dicho generan un significado realmente único... - me pone el collar en el cuello, sin que yo oponga resistencia. - ... que solo puedes llevar tú.
Asentí.
- Pero... - me coge la mano para que toque el collar que llevaba, en el que ponía "Tumma" - su significado solo lo podrás entender cuando te explique que significa este.
Sonrío.
- De acuerdo.
Todo volvió a la normalidad. La imagen de mi hermano, al igual que la oscuridad, desapareció de mi vista. Inconscientemente, me toqué el cuello. El collar estaba, por lo que sabia que aquello había pasado de verdad. me miré en el espejo. "Me llamo ... Valo."
Valo...
No sé que significa ese nombre. Pero realmente no me importa. Yo soy Valo. Y, sea cual sea su significado, lo llevaré con orgullo.
Para siempre.
CONTINUARÁ...
Mola, mola. Quiero saber ya el significado de Tumma xD
ResponderEliminarJajajaj pues aun tendras que esperar un poco :p tienen que pasar muchas cosas :3 se paciente ^^
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