Visitas

viernes, 13 de junio de 2014

Capítulo 15: Lo que somos, lo seguiremos siendo... hasta el final. (Capítulo final)


Deprimido, triste, atemorizado... apagado.

Así me he sentido estos 6 meses. Mamá juró que él volvería en tres meses, pero ha pasado el doble de tiempo. Le pregunto a mamá y papá porque no volvía y no había una respuesta clara. Ni siquiera ellos sabían que pasaba. No entiendo por que ha pasado esto... Bueno, en realidad si lo entiendo.


Él... probablemente ya no esté en este mundo. Probablemente... haya sido eliminado al incumplir una de las leyes de la guarida de las almas y contarle a un humano su secreto. Pero lo que no entiendo es porque yo no fui eliminado, si él me contó que eliminaban a aquella alma que hubiera revelado el secreto y a la persona a quien se lo había contado. sera tal vez por que... ¿yo soy especial? A lo mejor yo no soy "uno cualquiera", sino que, como me ha confesado un montón de veces, soy esa persona que él lleva buscando desde que llegó a este mundo Por eso, a lo mejor Atzin consiguió que aquel que gobernaba la guarida de las almas (nunca me dijo quien era) le eliminara solo a él. pero... ¿es que yo valgo tanto?

Mi corazón aceleró de pronto. Me gustaba pensar que le importaba lo suficiente como para sacrificarse por mi, pero estaba destrozado por la idea de que yo le obligué a que me contara algunas cosas... Por eso... tenia que volverlo a ver para darle las gracias. Y acababa de descubrir como.

Subí las escaleras de casa deprisa. Tiré la mochila de cualquier manera en mi habitación. Total, ya no me importaba lo que estaba bien ni lo que estaba mal. Subí las escaleras finales que daban al tejado. Observé el paisaje. Un cálido atardecer daba paso tímidamente a una noche en la que a esa hora ya se podían divisar las primeras estrellas. me acuerdo perfectamente de la noche en que Atzin me enseño a volar. fue una sensación tan mágica... Y quería repetirlo. En ese mismo instante, me levanté sin miedo a perder el equilibrio, extendí los brazos, me acerqué al borde del tejado, cerré los ojos y...

Mis pies se elevaron. No sé en que dirección, no sé con que movimiento, pero me sentí mas ligero... por un instante. Segundos después, noté dolor dentro de mí. Cuando el dolor desapareció casi por completo, abrí los ojos, pero no vi nada. Estaba todo lleno de una oscuridad que ya conocía. Sonreí (creo que lo hice). Había conseguido lo que me proponía.

-Estúpido imbécil.

Por fin. Por fin conseguí oírle. Y, como no, había comenzado con sus insultos habituales.

- No... no me puedo creer que lo hayas hecho.
- No sé de que me hablas.
- ¡Mentiroso! ¡Sí que lo sabes! ¿Porque...? - su voz tembló - ¿Por que te has tirado del tejado?
- Quería verte. Quería oír tu voz, pero creí que te habían eliminado, por eso... si aún quedaba algo de tú alma, si hiciese algo arriesgado sabía que tu intentarías detenerme. Ha sido un pequeño salto de nada, pero he conseguido mi propósito.

Se hizo el silencio. Breve, pero intenso.

- No ha sido un "pequeño salto de nada". - dijo, con voz penetrante - Alain, estas muerto. Y esta vez no es broma.

Fue un golpe muy duro para mí.

- Pero... -dije con la voz temblorosa - Yo no quería... Solo fue un salto...
- ... Que te costó la vida. deberías haberlo pensado mejor.
- ¡NO!

Empecé a temblar, o eso creo. Hasta ese mismo momento no me había percatado de que mi cuerpo había desaparecido... en algún momento. Era solo un alma.

- ¿Que voy a hacer? - dije desesperado - ¿Como se lo van a tomar papá y mamá? ¿Y nuestros amigos de la escuela? ¿Y el resto de nuestra familia?
- Ya no importa. Ya no se puede hacer nada. Lo único que puedes hacer seria...
- ¿seria?

Se hizo el silencio, de nuevo. pero este fue aun mas breve que el anterior.

- Alain... No, Valo. Creo que ha llegado ese momento. Aun que de todas formas no tienes otra opción.
- ¿El momento de que? ¿Que opción? ¿De que hablas?
- ... Ha llegado el momento de elegir.
- ¿De elegir el que? - lo entendí de golpe - Oh...
- Si, exacto. Ha llegado el momento de decidir si quieres morir simplemente... o dejar que tu alma se una a mi... PARA SIEMPRE.
- Pero...
- No podemos posponer más esta elección. De hecho no estarías aquí de no ser por mí. He conseguido atraparte aquí justo antes de que murieras, así que tienes que decidir.

Me quedé en silencio. Ahora lo entendía todo. Atzin, por alguna extraña razón, seguía existiendo en forma de alma y estuvo vigilandome todos estos meses porque sabía que yo haría alguna locura y, si yo en algún momento estaba al borde de la muerte me atraparía justo antes de que mi alma se fuera para siempre. Ante esa muestra de amor, tuve muy clara la respuesta.

- ... Sin duda lo haría. Pero...
- ¿Hay un pero?
- Atzin, hay algo que siempre me has estado ocultando desde que apareciste en mi vida. No puedo unirme a ti si no conozco algo tan trivial como eso.
- Oh, te refieres a...
- Si, exacto. Quiero conocer lo que significa Tumma... y también Valo. Quiero saber que significa tu nombre y porque elegiste el mio. Si no sé algo como eso... no puedo pasar el resto de mi eternidad contigo. Lo siento.

El silencio volvió a reinar entre los dos. Creo que Atzin estaba meditando como contármelo.

- Alain... ¿Sabes ese diccionario de finlandés que está en el despacho de papá?
- Mmm... si. Nunca lo he abierto.
- Yo tampoco lo abrí nunca... hasta que supe que iba a tener un hermano.
- ¿Eh?
- Cuando papá y mamá me dijeron que iban a adoptar a un niño, inocentemente pensé que si íbamos a ser hermanos deberíamos ponernos motes, por eso busqué entre los miles de diccionarios que tiene papá en su despacho a ver si había algún nombre que sonara bien y tuviera un significado adecuado. No encontré ningún idioma que me gustara... hasta que abrí el de finlandés. A primera vista me gustó el idioma así que busque adjetivos. No pude encontrar un mote para ti, porque aun no te conocía, pero sí que pude encontrar muchos para mí... Tiempo después, cuando tú me dijiste que te pusiera nombre, entendí que era el momento de volver a consultar el diccionario. Busqué y busqué, pero ninguno me parecía lo suficientemente bueno para ti. Ninguno estaba a tu altura. Pero al fin, después de muchos esfuerzos, lo encontré. Encontré el mote adecuado para ti.

Me conmovió. Jamás pensé que se había tomado tan en serio el hecho de buscarme nombre.

- Una historia muy bonita, pero... aun no me has dicho lo que significan Tumma y Valo.

Sentí una especie de escalofrío que me recorrió todo el "cuerpo". Eso quería decir que él, o lo que quedaba de él, estaba cerca de mí. Casi a punto de tocarme.

- ... Tumma quiere decir "oscuridad". Ese es un adjetivo con el que me identifico. Soy una persona oscura, pesimista, tétrica... Así soy yo.
- ... ¿Y Valo?

Le oí suspirar.

- Valo es todo lo apuesto a mí. Valo quiere decir "luz". Tú eres luz. Tú aportaste luz en mi vida cuando apareciste en ella. Desde la primera vez que te vi en el aeropuerto, algo dentro de mí me dijo que tu eras lo que le faltaba a mi oscuro ser.
- ¿Lo que le faltaba?
- Si. Puede que no te lo haya dicho, pero todas las almas oscuras necesitan otra alma que les de luz para que les iluminen, sino caerán en la desgracia. Del mismo modo que todas las almas con luz necesitan a un alma oscura, para que las almas con luz no se dejen llevar por sus pasiones y tengan un final muy trágico... ¿entiendes?
- Sí... es algo parecido al Ying y el Yang... ¿no?
- Exacto.
- Pero... ¿porque crees que yo soy ese alma luminosa? ¿De verdad crees que no caerás en la desgracia si estas junto a mi?

De repente, justo después de hacer esa pregunta, sentí una sensación extraña dentro de mi alma. No era escalofrío, ni era dolor... era una sensación mas bien agradable. Como aquella vez que nuestras almas se unieron en esa experiencia de éxtasis.

- Escúchame bien, porque no lo diré mas veces: te quiero. Quiero que todo tu ser me acompañe el resto de la eternidad. Quiero tu alma y la sensación que provoca ella en la mía.

Su voz era penetrante. Pude escucharle perfectamente a pesar de estar sumergido en una espiral de placer la cual parecía no tener fin.

- Dentro de la oscuridad, tu eres lo único que puede hacerme fuerte. - me dijo susurrando - Sigue a mi lado y esta tiniebla se volverá luz.

Su voz invadió todo mi ser. Por fin lo entendí: le deseaba. Lo deseaba a él. Deseaba su cuerpo humano. Deseaba su voz... deseaba su alma. Ante aquella situación, pronuncié mis últimas palabras antes de tomar una decisión.

- Por favor... Unámonos.

Oí una leve risa y la oscuridad se hizo mas intensa. Pero pude distinguir como esa sensación de placer se iba apoderando cada vez mas de mí... hasta invadirme por completo.




----------------------------------------

Y así es como pasé el resto de la eternidad. Desconozco si todos mis seres queridos me echarán de menos o que, pero según me explicó Atzin... digo Tumma, automáticamente después de nuestra unión la guarida de las almas creó dos copias exactas de nuestros cuerpos y los envió a la Tierra. Según él, ellos se comportaban exactamente como nosotros. Por lo que, para papá y mamá, lo único que había ocurrido era que Atzin se había quedado más tiempo en esa escuela en Londres porque le gustaba el lugar, y yo caí del tejado persiguiendo un pájaro pero que, milagrosamente, no me hice mucho daño. Me conformaba esta solución. Los echaré de menos, han sido la única familia que he tenido en mi vida, pero esta es la única solución que podía haber para no hacerles daño... y para que yo sea feliz. Ya nada sería lo mismo que antes. Ni siquiera nosotros mismos. Porque...

·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
Ya no éramos Atzin y Alain...
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
Ya no éramos Tumma y Valo...
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
Ya no éramos oscuridad y luz...
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
·
Solo... éramos un par de almas unidas 
y que ni el resto de la eternidad podrá separar. 




FIN.