Hay muchas incognitas en mi vida.
Hay muchas cosas que aun no entiendo. Mire a donde mire, siempre hay un interrogante, un vacío... algo que hace que me plantee si de verdad soy una persona de fiar... o mi hermano solo me está utilizando.
- No digas tonterias. - ya empezamos - ya te dije que...
- Que no era el momento para contarmelo. Vale lo capto. Siempre lo he captado
- Alain...
-¿Que? ¿Que excusa vas a darme ahora?
- No, yo...
- Basta. Yo solo... Necesito tiempo para pensar.
Me fui acelerando el paso. Queria llegar a casa lo antes posible. Adelante mucho a Atzin por el camino y llegue a casa media hora ntes que el. Me sente en el borde de la cama mirando a la ventana. El cielo parecia... mas gris.
- ¿Crees que hago esto por gusto? - Atzin habia llegado a casa y empezo a hablarme pero no me giré - ¿Que te oculto estas cosas porque me apetece y quiero verte sufrir? ¿Que no digo nada por que me gusta verte llorar? ¿ De verdad crees... que soy ese tipo de persona?
- Ya no sé ni quien eres... - le dije con frialdad - no puedo fiarme de ti.
Atzin se muerde el labio. Parece que tiene ganas de llorar.
- ¿Sabes que... cuando un alma se marcha de la guarida de las almas no piede marcharse asi porque si?
- ¿A donde intentas llegar, Atzin?
- Cuando me fui de alli... me dijeron que no dijera nada a nadie, hasta que... no estuviera seguro de haber encontrado a aquella persona especial... Por que sino... Ellos tienen la autoridad para... eliminarme a mi y a la persona que se lo haya contado. No quieren que los humanos sepan esto. Entiendelo, por favor.
Me calle. No queria hablar con el. Todo lo que me decia me sonaba a mentira.
- Asi que... esas tenemos, ¿eh? - me dijo Atzin, indignado. - Cuando esté lejos de tí y me eches de menos te arrepentiras de no haberme creido.
- Me da igual. Te fuiste un dia y volviste.
- Fui para consultar si debia seguir en casa. Si debia volver a estar a tu lado.
Dios mio... que cansado estoy de todo esto.
- Volveras, seguro.
- No esta vez. Esta vez no tengo motivos para hacerlo.
Se fue. Sentí un escalofrio. Sospechaba que esta vez si que se iba a ir durante un tiempo pero... ¿Porque? Pocas horas despues empezamos a cenar. Habia un silencio sepulcral entre mi hermano y yo. Hasta que me cansé.
- A ver, vale ya de ignorarme. - dije yo.
- Yo no estoy haciendo nada. - me contestó él
- ¿Que ocurre, chicos? - dice mi madre.
- Nada, cosas nuestras sin importancia. - contesta Atzin. - Por cierto, mamá. Voy a aceptar.
- ¿Aceptar el que? - pregunté
- Tu hermano ha sido elegido en tu escuela para ir de intercambio a Londres durante tres meses. Pero dijo que no quería decidir nada hasta hablar contigo. Entonces eso significa que ya habéis hablado...
Esto si que no me lo esperaba.
- ¿Entonces vas a aceptarlo?
- Si, mama.
- ¡Estupendo! Voy a llamar al director de tu escuela ahora mismo para decirle que has aceptado.
Mama se levanto de la mesa. Atzin tambien lo hizo. Le segui.
- ¿Entonces te vas?
No respondio.
- ¿Cuando?
Tampoco hubo respuesta
- Atzin... ¿Volverás?
No me respondio. No me dijo ni si ni no.
Solo... se fue.
- No digas tonterias. - ya empezamos - ya te dije que...
- Que no era el momento para contarmelo. Vale lo capto. Siempre lo he captado
- Alain...
-¿Que? ¿Que excusa vas a darme ahora?
- No, yo...
- Basta. Yo solo... Necesito tiempo para pensar.
Me fui acelerando el paso. Queria llegar a casa lo antes posible. Adelante mucho a Atzin por el camino y llegue a casa media hora ntes que el. Me sente en el borde de la cama mirando a la ventana. El cielo parecia... mas gris.
- ¿Crees que hago esto por gusto? - Atzin habia llegado a casa y empezo a hablarme pero no me giré - ¿Que te oculto estas cosas porque me apetece y quiero verte sufrir? ¿Que no digo nada por que me gusta verte llorar? ¿ De verdad crees... que soy ese tipo de persona?
- Ya no sé ni quien eres... - le dije con frialdad - no puedo fiarme de ti.
Atzin se muerde el labio. Parece que tiene ganas de llorar.
- ¿Sabes que... cuando un alma se marcha de la guarida de las almas no piede marcharse asi porque si?
- ¿A donde intentas llegar, Atzin?
- Cuando me fui de alli... me dijeron que no dijera nada a nadie, hasta que... no estuviera seguro de haber encontrado a aquella persona especial... Por que sino... Ellos tienen la autoridad para... eliminarme a mi y a la persona que se lo haya contado. No quieren que los humanos sepan esto. Entiendelo, por favor.
Me calle. No queria hablar con el. Todo lo que me decia me sonaba a mentira.
- Asi que... esas tenemos, ¿eh? - me dijo Atzin, indignado. - Cuando esté lejos de tí y me eches de menos te arrepentiras de no haberme creido.
- Me da igual. Te fuiste un dia y volviste.
- Fui para consultar si debia seguir en casa. Si debia volver a estar a tu lado.
Dios mio... que cansado estoy de todo esto.
- Volveras, seguro.
- No esta vez. Esta vez no tengo motivos para hacerlo.
Se fue. Sentí un escalofrio. Sospechaba que esta vez si que se iba a ir durante un tiempo pero... ¿Porque? Pocas horas despues empezamos a cenar. Habia un silencio sepulcral entre mi hermano y yo. Hasta que me cansé.
- A ver, vale ya de ignorarme. - dije yo.
- Yo no estoy haciendo nada. - me contestó él
- ¿Que ocurre, chicos? - dice mi madre.
- Nada, cosas nuestras sin importancia. - contesta Atzin. - Por cierto, mamá. Voy a aceptar.
- ¿Aceptar el que? - pregunté
- Tu hermano ha sido elegido en tu escuela para ir de intercambio a Londres durante tres meses. Pero dijo que no quería decidir nada hasta hablar contigo. Entonces eso significa que ya habéis hablado...
Esto si que no me lo esperaba.
- ¿Entonces vas a aceptarlo?
- Si, mama.
- ¡Estupendo! Voy a llamar al director de tu escuela ahora mismo para decirle que has aceptado.
Mama se levanto de la mesa. Atzin tambien lo hizo. Le segui.
- ¿Entonces te vas?
No respondio.
- ¿Cuando?
Tampoco hubo respuesta
- Atzin... ¿Volverás?
No me respondio. No me dijo ni si ni no.
Solo... se fue.
CONTINUARÁ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario