Visitas

viernes, 7 de febrero de 2014

Capítulo 9: No dejes de brillar.

 
 
 
Mi querido Alain...
 
 
Todo se ha vuelto tan complicado últimamente... La vida no siempre nos trata como nos merecemos, pero en tu caso se ha excedido. Estoy aquí a tu lado en el hospital para desmentirte lo que dijiste antes de desmayarte: aquello que pasó no fue tu culpa. Tu existencia nunca ha sido un problema para nadie y, desde luego, no para tu madre.
 
Tuviste mal suerte. Solo ha sido eso. Si existiera el destino, dudo mucho que el tuyo sea sufrir pr existir. Tu existencia no provocó en ningún momento el fatal desenlace de tu madre. Ella te protegió. Intentó que tuvieras otra oportunidad para poder dejar salir tu luz interior, esa luz que te carazcteriza. Esa luz que ahora, después de leer aquella carta, noto que se va apagando cada vez mas.
 
En el momento en que te desmayaste, noté que una parte de ti había muerto. Aquella parte que hacia que pudieras sonreír sin motivo alguno, que hacia que tu risa alegrara a cualquiera que lo oyera... en definitiva, aquella parte de ti que te hace especial. mentiría si dijera que aquello no me afectó. Tu luz es lo que me mantiene vivo. No puedes rendirte ahora.
 
 He estado siglos buscando un alma compatible con la mia, que hiciera mas visible mi oscuridad. Por fin te he encontrado, pero ahora ese alma se esta consumiendo a si mismo. Como una estrella que muere y se convierte en un agujero negro. Antes eras una estrella. La estrella mas brillante que he visto nunca. Ahora, te estas destrozando por dentro.
 
 
 
------------------------------------------------------
 
 
 
Ha pasado mas de una semana desde que estas aquí. ¿Cuándo piensas despertar? ¿Por qué no haces lo que haces siempre: abres los ojos, nos miras a todos y nos das un abrazo mientras sonries? En mi opinión, ya has sufrido bastante. El pasado es pasado. Y lo que pasó hace 12 años, pasó, y ya no se volverá a repetir. ¿Porque, entonces, siques así? ¿Qué tengo que hacer para verte sonreir otra vez?
 
Sé que te pido muchas cosas, y que lo he hecho siempre. Pero, si consigues superar esto, te juro por mi alma que solo te pediré una cosa de ahora en adelante: no dejes nunca de brillar. Eres luz, yo oscuridad. No puede haber oscuridad si no hay luz. Tampoco puede haber luz si no hay oscuridad. ¿Lo entiendes ahora? Nos necesitamos mutuamente. Por eso, si uno de los dos cae en el abismo, es responsabilidad del otro hacer que vuelva en sí otra vez.
 
Y es lo que haré yo. Daré lo mejor de mi para verte sonreir de nuevo, mi querido Valo.
 
 
 
 
 
 
y Quien iba a decirme a mi que, una semana después, el mundo volvería a iluminarse tanto como lo hacía antes.
 
CONTINUARÁ...


3 comentarios:

  1. Valo no te rindas! jejej me encanta esta historia

    ResponderEliminar
  2. No se va a rendir... tiene a alguien maravilloso a su lado *-*

    ResponderEliminar
  3. No se va a rendir... tiene a alguien maravilloso a su lado *-*

    ResponderEliminar