Visitas

viernes, 14 de febrero de 2014

Capítulo 10: Experiencia de éxtasis.

 
Todo esta muy borroso.
 
 
 
¿Dónde estoy?, me pregunto un millón de veces. Por desgracia no encuentro una respuesta. Oigo voces a mi alrededor. Parecen las de papá y mamá. O eso creo. Parece que lloran. ¿Por qué lloráis?, intento decirles. Desgraciadamente mi boca no produce sonido.
 
- ¡¿Que está pasando aquí?! - intento gritar. - ¿Por qué no puedo hablarles?
- Por que estas muerto.
 
Aquella voz me atravesó el lugar donde debería estar mi oreja que, por alguna extraña razón, notaba que había desaparecido.
 
- ¿Qué me intentas decir? Si esto es una broma de las tuyas...
- No es ninguna broma. Mírame.
 
Giré la cabeza hacia donde provenía esa voz, pero no vi nada. No vi su cuerpo fantasmal que tanto me hacía estremecer. Solo vi una masa amorfa y oscura que flotaba delante de mi.
 
- Atzin... ¿Eres tu?
- No soy Atzin, soy Tumma. Quien soy realmente. Soy un alma oscura. Pero eso no es lo que mas importa, ¿te has mirado a ti mismo?
 
¿Eh?
 
- Soy... ¡Soy una cosa extraña! ¿Cómo es posible?
- Eres como yo. Eres un alma. Pero, a diferencia de mi, tu alma esta llena de luz. Esa es la diferencia entre tu y yo.
- Pero... ¿Y nuestros cuerpos? ¿Por que estoy muerto? ¡No entiendo nada!
- Tal vez no lo recuerdes... Pero una semana después, cuando estaba contigo en la habitación del hospital, tu... despertaste. Pero en vez de hablar, lo primero que hiciste fue...
- ¿Fue?
- ... saltar por la ventana.
- ¿Saltar por la ventana? ¿Así por que si?
- No parecía que lo hicieras inconscientemente. Creo que querías acabar con tu vida. Por desgracia, yo estaba en el baño en ese momento.
 
Me dio un escalofrío.
 
- Bueno, pero eso solo explica que yo muriera. ¿Qué hay de ti? ¿Por que te has transformado en un alma?
- A diferencia de ti, yo puedo elegir libremente cuando morir.
- Ya entiendo...
- Y si he decidido morir... ha sido por ti. Verte morir así de esa forma, ha sido demasiado. No he podido soportarlo.
- ¿Tanto me quieres?
 
No responde.
 
- Oye...
- ¿Qué ocurre, Valo?
- Yo... no quiero morir. es posible que el hecho de que saltara viniera conducido por el contenido de esa carta... Pero yo no quiero morir. Me equivocaba. La vida merece la pena vivirla. Lo verdaderamente triste es que mi madre nunca llegó a saberlo.
- Lo se... Pero aun no es tarde para volver a la Tierra. Puedes revivir si quieres.
- ¡¿Que?! ¿Y como se hace eso?
- Solo tienes que pedírmelo y yo haré por ti.
- Esta bien, pues quiero....
- ¡Espera!
- ¿Que?
 
¿Qué le pasaba ahora al atontado este?
 
- Hay... algo que llevo queriendo hacer desde que te conocí. Y antes de revivir, quiero probarlo. Por favor.
- ¿Luego volveré a la Tierra?
- Te lo juro.
- ¿Y que es?
 
Sentí un escalofrío. A pesar de no tener cuerpo, sentía sensaciones como esa con total claridad. Un ruido extraño llegó a mi oreja. Como si alguien estuviera respirando con dificultad.
 
- ¿Que... haces?
- A esto se le llama fusión de almas. Es una sensación realmente única. Solo pueden realizarla dos almas compatibles... Aguanta. 
 
Un leve dolor invadió mi cuerpo. Pero, a diferencia de otros, este dolor no molestaba. es mas, tenia un cierto agrado. Los puntazos de dolor se incrementaban cada vez con mas frecuencia. Pero, aún así, yo quería mas... ¿Qué es esta sensación?
 
- Yo sé lo que es.
 
Preferí no preguntarle el que. Su respuesta me daba miedo.  Poco a poco, el dolor iba desapareciendo. Y el frio también. Al rato, volví a estar como antes.
 
- Vaya... ¿Qué ha sido eso?
- Es fácil. Es lo equivalente al sexo en los humanos. Pero lo nuestro es mas profundo. Por que no se hace con el cuerpo...
- Sino con el alma. 
 
Atzin ríe.
 
- Creo que deberíamos volver. Mamá y papá nos echarán de menos... Tenemos que volver a ser la misma familia de antes. 
 
 
Asiento. Sin previo aviso, esa masa oscura que era mi hermano desapareció. de hecho, todo lo de mi alrededor desapareció. En su lugar había luz. cada vez mas luz. Parecía que estaba siendo conducido aun lugar parecido al cielo. Estaba feliz. Solo me dejaba llevar libremente...
 
 
Hasta que abrí los ojos.
 
 
 
 
Creo que nunca me había abrazado tanto en toda mi vida. Mamá me apretó fuertemente mientras seguía llorando.
 
- Lo siento. - dijo entre llanto y llanto. - Jamás debí dejar esa carta en un lugar como el armario donde se puede encontrar fácilmente.
- ¡Mamá, tranquilízate!
- ¡No puedo!
- Entiendo que estés aun asustada por el hecho de verme muerto... pero estoy bien. Cálmate. No quiero verte llorar mas.
 
Mi madre me miró con cara extraña.
 
- ¿Muerto? Hijo mío, nunca has estado muerto. Solo estuviste inconsciente una semana desde que pasó eso de la carta.
 
¿Pero que...?
 
- Pero yo... Yo creí...
 
Ya lo entiendo. Había sido una alucinación provocada por Atzin mientras estaba inconsciente. Así que, realmente jamás había saltado por la ventana. Miré a Atzin con una mirada asesina. Él comprendió mi enfado y no dijo ni palabra.
 
- Creo... Que debes de estar algo cansado. - dice mi padre mientras mi madre y él se levantan para marcharse. - Nosotros nos vamos. Esta noche quédate con él, Atzin. Ah, y procura no matarle de un disgusto, por favor.
- Haré lo que pueda. - dijo Atzin en tono irónico.
 
La puerta se cerró. Al asegurarme que papá y mamá estaban fuera de la habitación del hospital, cogí una almohada y la aprendí a golpes contra Atzin.
 
- ¡Idiota! ¡Maldito idiota! ¡Me dijiste que estaba muerto!
- ¡Tranquilízate! ¡Si te calmas tal vez te lo puedo explicar!
- ¡NO!
 
Seguí dándole golpes sin cansarme. Era increíble como podía tener tanta energía a pesar de haber estado mas de una semana en el hospital. Pero una de ellas se me fue de las manos. No, Atzin me la quitó. La tiró al suelo. Intenté recuperarla abalanzándome sobre él. Pero Atzin, con una fuerza que yo ignoraba que tenia, me empujó para que cayera sentado en la cama.
 
- ¡Me has empujado!
- ¡Es que eres un histérico!
 
Me puse la mano en el corazón intentando calmarme. Él tenia razón, parecía un histérico. me intenté tumbar, mientras intentaba que mi respiración se ralentizara. Atzin se acercó a mi y me dio la almohada.
 
- ¿Mejor?
- Si... creo que si.
- Oye... siento haberte mentido. Pero yo... Solo quería hacerte creer que estabas muerto para hacer que no tuvieras esas ganas de morirte. Pensé que si lo hacía así... Cambiarias tu forma de pensar.
 
Suspiré. Atzin me cogió de las manos.
 
- Pero... Todo lo que hicimos luego era real. Realmente nos fusionamos... Fue la mejor experiencia de mi vida. Fue una experiencia ... de éxtasis.
 
Sonreí. Para mi también había sido una experiencia muy agradable. pero eso no quitaba que Atzin me había mentido. Con una sola mirada se lo hice entender todo.
 
- Por favor, Alain, no te rindas. Si hay otro motivo por el cual te mentí era por que quería que vivieses, y que estuvieses a mi lado. Quería que alegraras la vida de papá y mamá. Y la mía también.
 
En eses instante, a Atzin se le cae una lágrima. Y luego otra. Y otra. No paraba de llorar mientras me miraba a los ojos. Le abracé. Él me apretó fuertemente.
 
- Prométeme que no vas a volver a darme disgustos así nunca mas. No quiero un mundo sin mi querido Valo... Por favor.
 
Me quedé pensativo. No sabia si podría cumplir una promesa así. Aun así, si quería animar a mi hermano, al igual que él había hecho conmigo, solo habían tres palabras que podía decir:
 
 
- Te lo juro.
 
CONTINUARÁ... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario